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  • Foto del escritorY.C. Socarras

50 Cosas que los Escritores Odiamos

Actualizado: 23 jun 2019



Todos odiamos cosas, o situaciones de la vida cotidiana, cosas que nos frustran o nos fastidian; igual es con las profesiones u oficios que desempeñamos, por eso hoy les traigo mi lista de las 50 cosas que odio como escritora:


1. Bloqueo Creativo.

Ya hice incluso una entrada propia hablando enteramente de esto, como escritora no hay nada que deteste más que ese bloqueo cuando deseo escribir, sé que muchos estarán de acuerdo conmigo en que es sencillamente lo peor del mundo.


2. Falta de tiempo para escribir.

Pinche y descarada vida social, ¡no me dejas escribir!, el trabajo, la casa, el estudio, simplemente todo está en contra, no tenemos tiempo.


3. Que se te borre lo que escribiste.

Estúpido autoguardado que no me dejas ponerte cada segundo. No hay nada peor que haber estado escribiendo por horas y de repente un fallo en la computadora, la luz o cualquier cosa te haga perder tu trabajo.




4. Perder el hilo de la historia.

No crean que es a propósito, a veces se nos olvida lo que escribimos y simplemente perdemos el rumbo o la idea principal de la historia, y es realmente muy molesto.


5. Acentos.

Admítanlo, los odiamos, por más que deseemos escribir perfecto, siempre hay alguno que otro que se nos pasa desapercibido.


6. Guiones.

¿Quién inventó la regla del guión largo en las novelas? ¿Acaso no sabes que en el teclado no existe? No tienen idea de lo que me costó encontrar la combinación Alt+196.


7. Corregir.

Esto va de la mano con los acentos y guiones, después de terminada la novela, debemos corregir los errores, cambiar lo que no nos gusta, y como la mayoría somos pobres, nos toca hacerlo nosotros mismos. ¡ojala pudiera contratar un editor!


8. Que no te guste lo que escribiste.

A veces nos pasamos de autocriticos, pero es que no hay nada más odioso que el que no te guste lo que escribes.


9. Que a ti te guste lo que escribiste, pero a los demás no.

El rechazo duele, ¡no nos juzguen! Se siente terrible cuando te sientes bien por algo que has escrito con tanto esfuerzo, pero a los demás no les gusta.


10. Repetir palabras y no notarlo.

Muchas veces no nos damos cuenta sino hasta la corrección final, que hemos repetido la misma palabra en un párrafo más de cinco veces.




11. Tener una idea y no poder escribirla.

es muy frustrante cuando se te ocurre una idea genial, una frase o incluso un diálogo, pero justo estas en un lugar de donde no puedes sacar ni siquiera el teléfono y enviarlo a alguien por whatssap.


12. Encariñarse con un personaje que sabes que tienes que matar.

La primera regla de un escritor debería ser, no encariñarse con nadie, ¡pero nooo! Ahí vamos de necios y terminamos queriendo a ese personaje que sabes que debe morir para que la trama avance.


13. Saber escribir en una perspectiva pero no en las demás.

Eso de que la mayoría dominamos la narración en primera persona, pero cuando nos hablan de escribir en segunda o en tercera nos da un shock de dedos y no sabemos cómo hacerlo.


14. Tener una idea genial de portada pero no encontrar la imagen perfecta.

No todos tenemos la suerte de contar con dibujantes o editores profesionales, así que con nuestros limitados recursos, buscamos una linda imagen en internet. El problema: no existe la imagen que tenemos en la cabeza.


15. No saber que título ponerle a la novela.

Tienes la idea, la trama, los personajes, es más, ya la escribiste, pero ¿y el título?




16. Tener la inspiración, pero tener flojera.

Todos debemos reconocer que a veces aunque tenemos la idea e incluso la inspiración, la flojera puede más que nosotros, y simplemente no nos queremos mover de la cama.


17. Hacer algún cliché involuntariamente.

Comprendan, a veces no es apropósito, y cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde.


18. Ese pánico de que la gente te lea y no les guste lo que escribiste.

Creo que es un miedo que nos da a todos, esa inseguridad de no ser bueno.


19. Que se descuadre el formato en word.

Para los que escribimos en word no hay nada peor que el que se corra la hoja, el texto, las imágenes o que simplemente cuando crees que ya está bien y la imprimes, resulta que no.


20. No saber qué nombre de capítulo poner.

No todos los escritores nombran sus capítulos, pero los que si lo hacemos, sabemos lo frustrante que es no saber qué titulo poner sin revelar la trama.




21. Ponerle involuntariamente demasiado de ti, al protagonista.

Un poco está bien, pero demasiado simplemente no. Tú deseas crear un personaje nuevo, con su propia personalidad y pasiones, pero inconscientemente eres tú con otra apariencia.


22. Pensar en nombres creativos para los personajes.

Esto no es tanto algo que odiemos, sino más bien, un trabajo de investigación pesado. He llegado a buscar en listas de "nombres para mi bebé", para encontrar un buen nombre, original y creativo.


23. Los derechos de autor.

No sé si en todos los países sea igual, pero al menos en Venezuela, sacarle los derechos de autor a una novela es el proceso más tedioso, largo y complicado del mundo.


24. El plagio.

¡Paren con la copia! por favor, no hay nada más irritante que descubrir que alguien se ha robado tu historia, sean originales, no plagien el trabajo de otros.


25. Querer escribir, pero al mismo tiempo querer leer.

Ser escritor va de la mano con ser lector, y a veces tienes ganas de leer y de escribir al mismo tiempo, pero no tienes dos cerebros, cuatro ojos y cuatro manos, simplemente no se puede.


26. Que te interrumpan mientras escribes.

¡Uy! pero es que no hay nada más molesto que te vengan a interrumpir cuando estas en tu mejor momento escribiendo.


27. Querer escribir mil páginas pero que no te salgan ni cien.

A veces deseamos escribir una novela muy larga, al estilo de J. R. Tolkien o George R. R. Martin, pero no nos sale como queremos y terminamos acabando la historia en menos de cien páginas.


28. O querer escribir un relato corto y que te salga una novela.

Por el lado contrario también está cuando te piden un relato corto, pero te salen demasiados detalles, giros y cumbres, que simplemente tienes que alargarlo demasiado hasta que se convierte en novela.


29. Lidiar con los haters.

Sí, yo entiendo eso de que no a todo el mundo le va a gustar tu trabajo, pero es que hay personas realmente odiosas que no conforme con no gustarles lo que haces, no dudan en denigrarte y hacerte sentir muy mal insultándote.


30. Terminar de escribir la novela.

Esto es más un sentimiento de amor/odio, por un lado te sientes bien, pero por el otro es como terminar una parte de ti con la que llevas mucho tiempo, desarrollando, amando escribir, y terminarla es un momento triste.




31. Que todo el mundo odie a un personaje tuyo, pero tu lo ames.

Es como tu hijo, lo creaste para ser amado, para que sintieran empatía por él, pero la gente sencillamente lo odia.


32. Que hagas un personaje que debe ser odiado pero todos lo aman.

Esto no es una indirecta con Severus Snape.


33. Que los personajes tomen vida propia y se apoderen de la historia.

Tú empezaste a escribirla, pero no sabes en qué punto ya no la escribes tú, sino que de alguna forma ellos te controlan para que pase lo que tenga que pasar.


34. Pensar en un título y luego cambiarlo y volverlo a cambiar, y volverlo a hacer y de nuevo....

¡Somos unos inconformes! ¡ah!


35. Pensar en hacer un solo libro y que luego te salga una trilogía, y después una saga, y cuando te das cuenta, ya son 50 libros.

*cof, cof* cazadores de sombras *cof, cof*


36. Tener una idea pero luego no saber cómo desarrollarla.

Ese momento es tan frustrante, tienes una idea genial, pero no sabes como juntar todo en un libro con sentido.


37. Aguantarse para no revelar los giros de la trama.

¡Sí!, los escritores somos spoileadores en potencia ¡ja, ja ja!


38. Que se vaya la luz cuando estás escribiendo.

No conforme con que pierdes la información, quedas atado de manos y pies, no puedes continuar y es lo peor de la vida.


39. Nunca estar conforme con lo que escribes.

No sé cuantas veces lo voy a repetir, pero lo seguiré haciendo, ¡nunca estamos conformes!


40. Ver o leer una idea genial y que no se te haya ocurrido a ti primero.

La envidia existe en todos lados, los escritores no estamos exentos de ella, y es que tenemos que admitir que a veces nos da como esos celos de que no hayamos pensado en esa idea tan increíble.




41. Tener tres o cuatro novelas escribiendo en simultaneo y no tener tiempo para terminarlas todas.

No seas como la mayoría, termina una y luego escribe otra.


42. Abandonar una idea.

Esto va de la mano con lo de arriba, es que a veces tenemos tanto en la cabeza, que alguna que otra idea debe ser desechada o al menos puesta en stand by.


43. Querer escribir un genero nuevo pero no dominarle.

A veces nos gusta innovar en algo nuevo, pero no todos los escritores dominamos escribir en todos los géneros y a veces es algo molesto.


44. Las editoriales.

¿Qué se creen? ¿Por qué no nos quieren publicar?



45. Publicar tu libro pero que no te pelen ni las moscas.

Lo subes a Wattpad, a Sttorybox, a Litnet, a Facebook, a Twitter, por poco no lo pones en un banner publicitario en la ciudad, pero nadie quiere leerte.


46. La competencia.

Uno pensaría que no existe mucha gente que escribe, ¡pero noo!, la competencia por destacar es ardua, es difícil, y a veces lo que más enoja es que lo malo destaca sobre lo bueno.


47. Perder la noción del tiempo.

Son las seis de la tarde, estás escribiendo tranquilamente; de repente, ves la hora y ¡oh, sorpresa! ya son las dos de la madrugada.


48. Que tu familia piense que no es en serio.

Ya lo decidiste, escribir es tu pasión, le cuentas a tu familia, pero ellos creen que es un pasatiempo, una broma, un juego.




49. Que no exista una carrera en la universidad para ser escritor.

Sé que hay carreras a fines, pero no existe una como tal que te enseñe este arte tan bonito como lo es escribir.


50. Que le pidas a un amigo que te lea y quiera cambiarte la historia.

Le dices a un amigo que te dé su opinión, pero más que opinión parece que quisiera quitarte el teclado y escribir él la historia a su manera.


Y bueno, estas fueron mis 50 cosas que odio como escritora, espero que les haya gustado, y si es así, no olviden comentar y decirme también cuales son las cosas que ustedes odian, pronto subiré su parte contraria, las 50 cosas que amamos.




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Y. C. Socarras

Autora, Blogguera

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